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Fundación Ayuda y Esperanza

Compartir es la forma más bonita de amar a los demás

Cristina Cabañas es licenciada en farmacia y actualmente preside Guitart Hotels y la Fundación Climent Guitart. Es una persona inquieta y activa con una voluntad incansable por ayudar a los demás. Esto le ha llevado a colaborar con un gran número de entidades sociales de distintos ámbitos y, desde hace unos meses, forma parte también del Consejo Asesor de la Fundación Ayuda y Esperanza. Hablamos con ella para repasar su trayectoria y empaparnos de su vitalidad y vocación altruista.

 

¿Ya colaboras con muchas entidades, que te motivó a hacerlo con la Fundación Ayuda y Esperanza?

Conocí a una de las patronas de la Fundación, Mireia del Pozo, porque me entrevistó en su programa Plusvalía Mujeres. Ella me explicó el proyecto de la Fundación Ayuda y Esperanza, me informó de la creación del Consejo Asesor y me propuso colaborar con él.

A mí me cuesta bastante decir que no a una entidad social, pero ahora tengo que mirarlo mucho porque ya estoy en muchos sitios. Sin embargo, vi que era un consejo asesor muy potente con una composición muy transversal, ya que somos personas de ámbitos muy diferentes, y estoy segura de que podemos realizar un buen trabajo.

Además, creo que hace un trabajo que no tiene precio. Durante la pandemia su papel ha sido crucial, porque ha estado junto a las personas que más sufrían en un momento tan difícil. Y también ahora, con todos los problemas que han surgido por la crisis económica y emocional posterior.

 

“Me gusta mucho una frase de sor Lucía que dice lo primero que debes hacer en la vida es pensar: ¿y tú qué tienes?

 

¿Cómo fue la evolución en tu trayectoria en el ámbito social: desde los primeros pasos hasta la creación de la Fundació Climent Guitart?

Cuando estaba en el mundo de la farmacia empecé a colaborar con la AECC Asociación Catalana Contra el Cáncer, como miembro de la junta local de Lloret de Mar, donde hace ya casi 18 años que soy la vicepresidenta. Además, cuando Climent, mi marido, todavía vivía ya organizábamos eventos por la AECC en nuestros hoteles, entre otras cosas, porque vimos que teníamos muchas herramientas en la mano para ayudar a los demás.

A mí me gusta mucho una frase de sor Lucía que dice, “lo primero que tienes que hacer en la vida es pensar: ¿y tú qué tienes?”. Y nosotros tenemos hoteles, somos de la cultura de la hospitalidad y queremos poner esto a disposición del resto. Esto es lo que tenemos y lo que compartimos. Así es como empecé.

Después se corrió la voz y fui entrando a otras entidades y asociaciones que fueron pidiendo mi colaboración. Aparte, el Climent ya hacía muchas cosas desde hacía muchos años, pero siempre de forma anónima. Fue cuando faltó que personas de fuera nos animaron a crear una fundación para seguir ayudando. Y así es como nació en 2018 la Fundación Climent Guitart.

 

"Intentamos que nuestros proveedores sean empresas socialmente responsables o del entorno social, pero no lo hacemos por la cuota, lo hacemos porque creemos"

 

¿Cuál es su misión?

La fundación tiene dos ámbitos muy importantes de actuación: la formación en turismo y la solidaridad. Algunos de nuestros proyectos estrella tratan de formar en turismo a gente en riesgo de exclusión y fomentar la inserción laboral, tanto en Guitart Hotels como en otras compañías del sector turístico.

Esto nos ha ayudado incluso a posicionarnos, puesto que en 2019 recibimos el primer premio como empresa de hostelería con la mejor Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de España, otorgado por CaixaBank. Fue sin querer, porque nosotros lo hacemos desde el corazón, pero para mí esto vale mucho más que otras cosas.

 

¿Cuál crees que debe ser el papel de las empresas en el sector social?

Las empresas pueden desempeñar un papel crucial y básico, pero deben estar convencidas. Yo creo que la RSC debe hacerse desde el corazón, sino no funciona. Por ejemplo, nosotros en Guitart llevamos mucho tiempo intentando que nuestros proveedores sean empresas socialmente responsables o del entorno social, pero no lo hacemos por la cuota, lo hacemos porque creemos en ella.

 

¿Y en cuanto a la igualdad de género?

Para mí, la igualdad no se trata de que la mujer pueda acceder a un puesto de trabajo por una cuestión meramente de cumplimiento de cuotas, sino que debe acceder a ella por su valía personal. Lo que no acepto es que por ser mujer se tengan puntos negativos.

Desde la Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora (FIDEM), donde soy Patrona, se lleva a cabo una gran labor para visibilizar a mujeres con currículos impresionantes que muchas veces quedan invisibilizadas.

 

"El voluntariado es algo que me hace brillar los ojos"

 

¿Qué has aprendido en tu trayectoria en el mundo social?

Que nunca puedes saber lo que te puede pasar ni las vueltas que puede darte la vida. Por eso considero muy importante hacer todo lo que esté en nuestras manos. Un claro ejemplo es mi experiencia cuando estaba en la junta directiva de la AECC y al día siguiente pasé a ser una usuaria por la enfermedad de mi marido.

También he conocido a gente maravillosa con la que comparto la misma forma de pensar, personas que piensan en los demás antes que en ellos mismos.

El voluntariado es algo que me brilla los ojos. Volviendo al “tú qué tienes” de Sor Lucia: creo que compartir es la forma más bonita de amar a los demás. Si no, ¿que dejas cuando marchas? Sí, puedes dejar quizás un piso u otras cosas materiales, pero si has ayudado a muchas personas, eso sí que es una huella importante que dejas en tu camino.

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