Aunque el teléfono 24/7 es el pilar más visible de nuestro servicio, la prevención del suicidio requiere una respuesta mucho más amplia y sostenida. En Esperanza en Línea entendemos esta tarea como un trabajo transversal, que incluye tanto la atención inmediata a personas en crisis como la sensibilización social y la formación. Trabajamos para romper el silencio y combatir el estigma que envuelve el suicidio, ofreciendo apoyo también a las personas supervivientes, aquellas que han perdido a alguien cercano, y generando espacios de reconocimiento y acompañamiento compartido.

Además, impulsamos acciones formativas dirigidas a profesionales que, en su día a día, pueden detectar señales de alerta e intervenir de forma preventiva. Hablamos de personal sanitario, docentes, miembros de los servicios de emergencias y agentes comunitarios, que con las herramientas y la preparación adecuada pueden convertirse en una pieza clave para salvar vidas y contribuir a una sociedad más consciente y preparada.